A pesar de ser el servicio de adivinación muy antiguo, las nuevas tecnologías nos ayudan a acercarnos y creo que sería una tontería desperdiciar todas las cosas buenas que tiene.
Yo personalmente prefiero la lectura en vivo, pero por razones de distancia y tiempo, se vuelve imposible el 99 por ciento de las veces, por lo que uso dos sistemas habitualmente para poder ayudar a las personas que confían en mi: la llamada/videollamada y el WhatsApp/Correo Electrónico.
La llamada o videollamada.
La forma más habitual de realizar servicios de tarot en las ultimas décadas, ya sea con espacios en televisión a los cuales llamar, o bien por medio de anuncios en periódicos anunciando los servicios del tarotista.
Para poder usar este servicio, tenemos que acordar una cita, por lo que uso un sistema de reserva de cita en el cual queda todo bien definido para que no queden dudas: seleccionas el día y hora libre dentro del calendario, se realiza el pago, se confirma la reserva y se tiene la sesión finalmente.
Si has tenido que solicitar una cita para el médico o algún organismo oficial, es el mismo procedimiento, no hay perdida.
Whatsapp o correo electrónico.
Más moderno, más simple, y algo más cómodo para todos. Además, tiene una gran ventaja a mi forma de ver, que es el registro que queda de toda la información que doy, ya que queda guardada y se puede consultar tantas veces como se quiera.
Mando fotos de las cartas, audios explicando la tirada, consejos o formas de actuar en audio o por escrito, etc. Todo lo que pueda ser relevante en la lectura, estará también para ti continuamente. Es más económico que la llamada o videollamada aun que no tan inmediata (aunque en 24 horas pocas cosas cambian tanto como para dejar de ser relevantes ¿no crees?).